Ya ni siquiera llora…porque se le han gastado todas las lágrimas.
Ella, frente a la ventana abierta de su habitación, observa las primeras gotas del cielo adormecido; cierra sus ojos, prefiere escucharlas correr por la ventana.
Muchos eran ya los libros pendientes sobre la mesa, un dibujo a medio pintar y ropa acumulada en la silla... pero sólo podía pensar en que sus manos no podían atravesar esa distancia.
Y aquí sigue escribiendo como si pudiera alisar las arrugas de la vida.
1 commento:
Ten cuidado; cualquier día de lluvia puede presentarsete alguna hibrida de pelo tras las ventanas lluviosas.
Para sacarte a pasear bajo la lluvia; así las lágrimas se notan menos.
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