- “Lo sien…” - Comenzó a decir el y de repente sonó el móvil.
Lo ignore y conteste de inmediato.
- ¿Si?
- ¿Cómo le va a mi pequeña psicóloga?
Esa voz, ese timbre alegre…Era Fran!
Hacia muchísimo tiempo que no había sabido de el, desde que cogio ese autobús destino Granada al principio de curso. Era un amigo común de los dos de la infancia que últimamente andaba un poco perdido. Venia de camino así que quedamos para cenar esa misma noche en una hamburguesería del centro, nuestra favorita.
En aquel momento Lucas no era más que una columna ahí en medio que poco más y eclipsaba con el fondo, así que cogi mis apuntes los guarde a toda prisa, y pase por su lado con una gran sonrisa y sin siquiera decir adiós.
Habíamos quedado a las 8, pero mucho antes ya estaba lista. Siempre alegra ver a viejos amigos, es como reencontrarte con una parte de ti que esta casi perdida y rescatarla por un momento. Y seguro que habría mucho de lo que hablar.
Fran era alto, moreno… y todo ese tipo de calificativos podrían asociarse a un chico atractivo. Y muy puntual. A la hora exacta estaba llamando a su casa para recibirla al poco con un gran abrazo de oso.
- Entonces, ¿es verdad que Lucas y tú lo habéis dejado?
Me sorprendió que esa fuera la primera cosa que me preguntase nada mas sentarnos a cenar, ¿Cómo se habría enterado?
- Veras…todo este tiempo no es que halla estado muy ocupado, pero prefería no aparecer por aquí durante un tiempo
- ¿Por tu pelea con Lucas?
- ¿Algo así, nunca te conto porque se enfado conmigo?...
- Pues nunca soltó prenda, creí que seria una más de vuestras infantilidades.
- Lo cierto es que, francamente, yo siempre estuve enamorado de ti. Se ve que saber eso y lo próximos que éramos no le sentó muy bien
- Me dejas…sin palabras Fran…yo…
- Pero el problema siempre fue mío porque si yo quiero algo, lo quiero con todas las letras, no a la mitad, y me comprometo con aquello que quiero, pero el era mi amigo y nunca quise interponerme. El problema es que desde que me fui ando como cojo…no me enseñaste como estar sin ti.
.En ese momento, todo sucedió muy rápido. Fran se abalanzo a besarme sin darme casi ni tiempo a reaccionar, a la vez que detrás oí unas risas y unas voces que sonaban familiares…
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